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Ser rara es… ¡tu mayor superpoder!

Ser rara duele. Ya lo sé. 

No encajas ni con unos ni con otros.

Piensas distinto a casi todos los que te rodean.

No entiendes cómo funciona este mundo.

Te cansas de ser la única, la diferente, la que va contracorriente, la que lo hace todo al revés de los demás. Y además, te sientes aún más rara desde que eres madre. 

Probablemente, a estas alturas, nada de eso no va a cambiar. Pero tú sí puedes cambiar tu percepción. Porque…

Ser rara es ser única.  

Eres valiente para expresar tus opiniones aunque no sean populares. 

Eres libre de decidir lo que haces con tu vida sin miedo al rechazo

Eres una inspiración para otras personas que quisieran ser tan valientes como tú.  

La verdad es que… todos somos raros

Pero para eso tienes que dejar de ser una rara acomplejada. ¿Qué te importa lo que diga la vecina, tu prima la del pueblo o tu cuñao? Piénsalo bien. ¿Cómo vas a darles a todos esos personajes el poder de hacerte sentir bien o mal? ¿Cómo vas a mantener tus talentos, tu personalidad, tu luz, ocultos por el miedo al qué dirán?

Todos esos personajes tienen algo mejor que hacer que criticarte a ti. Están muy ocupados pensando en ellos mismos y lidiando con sus propios miedos. Como todo el mundo. Te aseguro que piensan muy poco en ti y en tus supuestos defectos. Y si lo hacen, es problema suyo.

Y además… En realidad, todos somos raros. Y los que no se atreven a serlo por fuera, lo son por dentro. No somos tan distintos unos de otros ni tan originales como a veces nos creemos. Y a mí, recordar esto (por ejemplo, cuando veo una película de Tim Burton con mi hija. Ah, esa Alicia, ese Eduardo Manostijeras…) me resulta de lo más liberador.

De oveja negra a oveja multicolor

¿Sabes qué? Las suscriptoras de este blog pertenecen a una lista de correo que he creado y que se llama… Mis ovejas multicolor. Porque sé que son mujeres que se han cansado de ser ovejas negras, de esconderse y reprimirse, y que están buscando la manera de librarse de los clichés y empezar a brillar con toda su luz.

Porque sufrir por ser rara es muy doloroso. Que se lo digan a Sylvia Plath, autora de una novela excelente titulada La campana de cristal y cuyo triste final se suele poner como ejemplo de mujer artista que no sabe cómo acomodar sus rarezas a la exigencias de esta extraña y a menudo absurda sociedad. 

Pero no tiene por qué acabar así. 

Así que te animo no solo a que te suscribas al blog (cosa que puedes hacer con el formulario de suscripción que tienes debajo de este post) sino a que te sacudas las capas de lana negra y pesada y te conviertas en esa preciosa y radiante oveja multicolor que vive dentro de ti. 

La que se atreve a salir del rebaño.

La que muestra que hay otro camino posible.

La que dice lo que los demás callan.

Un cuento sobre ser rara… y disfrutarlo

Te voy a contar un cuento que pertenece a mi libro 365 cuentos con valores (Libsa Editorial) y que a mi hija le encanta. Espero que haya inspirado a muchas otras niñas para que no olviden que son únicas y maravillosas tal como son, sin necesidad de disfrazarse ni de esconderse:

La oveja negra

En el rebaño de la pastora Berta había una oveja que no se parecía nada a las demás. En primer lugar porque su pelaje era negro. Y también porque solía ir a su aire, lejos del rebaño. A Oveja Negra le gustaba explorar, tomar sus propias decisiones y comer cuando tenía hambre y no cuando lo ordenaba la pastora Berta. Pero sus compañeras no la comprendían.

“Oveja Negra es tan rara”, cuchicheaban a sus espaldas. Y cuando la veían desmarcarse del rebaño decían “Mírala, cualquier día se va a perder en el monte”. Nunca querían unirse a ella, porque tenían miedo de todos los peligros reales e imaginarios.

Un día, mientras todo el rebaño pastaba exactamente en el lugar que les había indicado la pastora Berta, empezó a llover. Llovió tanto que el suelo se llenó de barro, y los pies de las ovejas quedaron atrapados. De todas menos de Oveja Negra, que había estado explorando una cueva de los alrededores. Fue la única que no se mojó, y las demás ovejas empezaron a pensar que no estaba tan mal eso de pensar por una misma.

**********

Al apoyarte en tu verdad, en tu esencia, en tu corazón, encontrarás la fuerza para sentirte libre de ser quien eres. Y ese es el momento exacto en el que permitirás que la mujer creativa que eres comience a expresarse. 

¿Estás lista?

¿Cuál es la rareza que te convierte en única y maravillosa?

 

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